miércoles, 4 de noviembre de 2015

El olfato


Se equivocaron, pedí suavizante para telas blanco, y sí, me lo dieron blanco, pero se equivocaron.

La lavadora está haciendo lo suyo ya pasó el tin tin que indica la hora del suavizante, lo vacío y cierro nuevamente la tapa, aún no me doy cuenta de la equivocación. 

Sigo pintando, los pinceles se secan rápido, los enjuago en el baño mientras la lavadora empieza el centrifugado y hace que el olor se evapore y salga por todas las orillas posibles. 


Es ahora cuando me doy cuenta de que se equivocaron …. Mi corazón se exalta, el tiempo se detiene mientras mi olfato se rinde ante ese aroma que me transporta a esos años de locura y paz: Es la hora del baño, la tina tan pequeña y esas ropas diminutas, la crema, sus pieles tan suavecitas, las sonrisas más hermosas, los llantos más dramáticos ante la exigencia de esas pancitas tan hambrientas e insaciables, mi espalda esta cansada, abro la cortina para invitar al sol, él pasa, toca sus pieles, les alimenta también, los cobijo y abrazo, como en este momento ese olor a bebé me abraza a mi.

Juana Centeno
Un día de noviembre


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